Antes me gustaba estar a oscuras por la casa
Ahora no lo soporto
Antes me gustaban los días lluviosos
Ahora me deprimen
Antes no me veía trabajando en un bar (se me hacia denigrante)
Ahora lo recuerdo como una de mis mejores experiencias y aun considero familia con quienes tuve el honor de trabajar
Antes decía que nunca me tatuaría el brazo y que no me gustaban los tattoos a colores (me lo va a ver la gente y me va a juzgar)
Ahora sé que mi capacidad no es tatuada y que los colores lo hacen todo más bonito (por eso en mi ropero tampoco reina el negro ya)
Antes no me gustaba ponerme chanclas porque no me gustaban mis pies
Ni me gustaba agarrarme el cabello porque no me gustaban mis orejas
Ni me ponía traje de baño porque sentía que me veía gorda o ridícula o ambas...
Antes no me gustaba pintarme los labios
Me comía las uñas casi diario, ahora casi no hago nada de eso, poco a poco me siento más segura, poco a poco me voy recuperando, sintiéndome cada vez con más fuerza. Aunque a veces me derrumbe de nuevo, aunque me quieran hacer sentir menos de nuevo, aún con todo sigo adelante, me sigo moviendo, sigo sintiendo, sigo con vida.
Hace seis años era alguien casi completamente diferente, ahora ya no busco a mi mitad, porque sé que yo estoy completa, en algún lugar; ahora más bien me falta encontrarme a mí misma.
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