lunes, febrero 20, 2012

De encrucijadas y decisiones de vida

Decir que te he dejado de querer sería mentira...

Ahora y después de casi un año regresas y la verdad no sé cómo sentirme al respecto.
Tengo miedo, estoy deprimida.
Ya no son los mismos sentimientos con los qué empecé contigo... Ya no siento  emoción, no me siento feliz...

Fue mucho daño y quisiera tener fe, creer, como hace un año... Pero es tan difícil... Después de todo lo que pasó.

Ya me estaba acostumbrando a estar sin ti, a vivir mi día a día con la herida a cuestas, no ha sido fácil, pero tu me lo facilitaste mucho, con todas tus actitudes...

Estoy en una encrucijada, en donde mis opciones son  volverme a aventar y arriesgar a hacerme daño o ver qué pasa. Poniendo todo lo bueno y lo malo en la balanza, debo decir, y me cuesta aceptar que va ganando lo malo... Creo que, sin darme cuenta volví a construir mi coraza, para qué ya no me lastime nadie... No es fácil querer dejar de sentir eso tan grande que ya fue, ya no lo siento así, por eso mi miedo, ya pienso con los pies en la tierra, ya no creo en cuentos de hadas, justo como tu mismo decías...

¿Arriesgarme a que todo vuelva a salir mal, como la experiencia previa me lo ha estado predijendo o creerte, una vez más? 

¿Verte de nuevo y que el amor que tenía tan grande por ti renazca y que volvamos a ser dos contra el mundo, como antes, dos mitades de un mismo ser? ¿o verte y que no me nazca nada de eso y que tus esfuerzos y sacrificios sean en vano y terminemos haciéndonos daño de nuevo?

Tal vez solo soy una cobarde... Ni tampoco quisiera vivir con la duda de "¿Qué hubiera pasado si...?"

Pero como siempre dijiste "la burra no era arisca..."

Decisiones, decisiones...