martes, septiembre 19, 2006

Dios

 

NOTA: no tiempo de nada, no chanse de nada, entre escuela, siestas, tareas, pedas, cumples, se me va el tiempo y ni me acuerdo del blog =P... Ta chido el cuento, largo pero chido:


 

 

"A mi me encanta Dios!"

 

(Jaime Sabines)

 

 

La sala de espera estaba atiborrada de gente, de carne incómoda, de revistas sucias, de

comentarios fuera de lugar.

Era mas de lo que mi paciencia podía soportar, era un clima mas viciado de lo que mi

vientre podía digerir.

Me acerqué a la máquina expendedora de orina, como quién nada puede hacer con su

tiempo mas que perderlo, y me serví un vaso a rebosar, derramando parte de la espuma. Le

añadí un par de sobres de arena, arrojando desordenadamente los envoltorios al piso, pero

ni siquiera me tomé la molestia de revolverlo.

Bebí tratando de concentrarme en mis propios asuntos, lejos de aquella insufrible sala, de

aquellos ojos perdidos en esos asuntos intrascendentes que solo una sala de espera puede

llevarnos a reflexionar en ellos.

Yo poseía el número 11, así lo acreditaba el ticket. Y el consultante que estaba mas allá de

la puerta que todos deberíamos traspasar en algún momento era el número 18, por lo cual

yo era el siguiente, y por lo cual también mi impaciencia excedía a la del resto.

Terminé de beber la orina, y tiré el vaso descartable en la boca del devorador de residuos,

tras lo cual obviamente le dí una moneda, a lo cual sonrió sin gracia mientras masticaba el

cartón espuma.

No hay instantes mas eternos que los vividos en una sala de espera... no hay tiempo mas

largo que una espera... ni momento mas grato que cuando llega su fin. La muerte de una

espera es el renacer de la paciencia.

Y esa muerte llegó. La puerta de mármol gris se abrió con un tenso chirrido, y una mujer

regordeta, semidesnuda abandonó el consultorio, llevando una escalera de madera bien

aferrada entre sus brazos plagados de celulitis.

Una voz autoritaria bramó desde el interior:

-¡Número 11!

No cabían dudas en mi reloj...

Era mi turno... me quité la chaqueta y se la obsequié a uno de los incomodantes

compañeros de espera, que la aceptó indiferente. Detestaba esa chaqueta....es decir yo la

detestaba, el sujeto lo ignoro.

Así fue que sintiendo algo de frío a través de mi camisa, atravesé la puerta que

inmediatamente

se cerró tras de mi.

El, quienquiera que fuese, se encontraba acostado en una cama desvencijada, que ni

siquiera tenía colchón. Parecía estar absorto en la lectura de una revista que a todas luces

era pornográfica. Lucía gafas redondeadas y estaba tan excedido de peso como la mujer que

acababa de consultarlo.

-Disculpe... -le dije tímidamente.

-¡Oh!...No tengo nada que disculparle...

-Bueno... permítame entonces...

-¡Oh! Tampoco tengo nada que permitirle...haga lo que a usted le plazca...

-Bien...¡pues entonces escúcheme!

-¡Oh! Pero si eso lo vengo haciendo desde que entró... -replicó él, sin apartar sus ojos de la

revista, aunque cambiando de página...

Guardé silencio unos instantes...

-De acuerdo... necesito algo...

Al decir estas palabras, el dejó la revista a un lado y se sentó en la parrilla de la cama

mirándome fijamente. Noté que padecía una severa pulmonía, a juzgar por el tamaño de un

escupitajo que lanzó contra una de las paredes, tan sucias como el resto del ambiente. Me

respondió secamente:

-Claro...todos necesitamos algo...Eso es otra cosa...Usted me dará dos bolsas de nueces

frescas, y yo le daré lo que usted necesita...

Carraspee un poco la voz. Mi costumbre de inhalar esmalte de uñas iba a terminar

matándome sin duda alguna...

-Primero que nada... ¿quién es usted?-le increpé.

-Dios, por supuesto... ¿es qué acaso no lo sabe? Si no lo sabe... ¿por qué a venido a pedirme

algo? Si pide algo, es porque cree que no lo puede conseguir usted mismo... ¿cierto?

-Cierto...

-En ese caso solo Dios sería capaz de otorgárselo... ¿cierto?

-Bueno, sí...

-Entonces, ya no pregunte... y solo entrégueme esas bolsas de nueces...luego pida su deseo

y lárguese...hay otros fieles afuera esperando.

Dudé unos instantes...este era ya el quinto Dios al que visitaba en la semana...y el resultado

mas patente que había obtenido, había sido una verruga en el pie derecho.

-Ok Dios...Usted es del tipo que le gustan las franquezas irreflexivas...Bien, deseo una

mujer....pero no cualquier mujer, sino la mujer ideal,

mi complemento perfecto.

Dios se retorció en su cama, y tosiendo se incorporó ágilmente de un salto. Antes de lo

previsto lo tenía a mi lado....ni siquiera pude ver el bisturí que llevaba en la mano

izquierda...pero el corte...¡vaya que lo sentí!

Me tomé el sangrante pecho, omnibulado por el dolor, y estaba dispuesto a golpear con

todas mis fuerzas a Dios por haberme causado tan horrible herida...la cual abrí mis ojos

para contemplar. Era horrible, justo en medio de mi camisa blanca... y cerré mi puño...

-¿Lo ve? Es muy sencillo- me dijo simplemente mientras agitaba como si fuera un billete lo

que reconocí como una de mis costillas, sangrando y salpicando en el vaivén el lugar.

-Pero...pero...

-Sin "peros" amigos...los métodos son los mismos. Usted desea una mujer, yo soy Dios...No

puedo hacerle una mujer perfecta y a su medida sin

quitarle una costilla.

Y como por arte de magia la costilla fue creciendo en su mano, lentamente hasta adquirir

forma...Forma de brazos, de piernas, de cabeza....en menos de lo que se demora en ahorcar

a un abogado, tenía ante mi una exuberante rubia, total y completamente desnuda. Un

segundo después la amaba, por supuesto....Entregué las bolsas de nueces frescas con sumo

placer, de hecho luego de tomar a la mujer por la mano, quise estrechar la mano de Dios.

-¡Oh, no! Tengo alergia en las manos...vaya..vaya y disfrute a su compañera....¡sean felices!

-Pero... ¿hay algo mas que?

-Por supuesto... encienda el aire acondicionado al salir... ¡ah! Y ni se le ocurra comer

manzanas si ella se las ofrece... ¿de acuerdo? ¡Número 24!-bramó tirándose nuevamente en

la

cama desvencijada.

Y en un minuto me vi en la calle, junto a aquella rubia con la que había soñado toda mi

vida. Pensé en comprarle ropa, pero decidí que hubiera sido un crimen contra la estética

tapar semejante hermosura. De todas formas no necesitaría ropa a los efectos que yo la

necesitaba.

-Estoy ovulando... - me dijo indiferente, introduciendo un dedo en su vagina, el cual luego

llevó a sus carnosos labios.

Pues eso era apropiado a mis fines...el motivo por el cual quería a esa mujer ideal, era la

procreación...Procreación significa una ración anual de al menos tres quilos de carne, y

poseía una mujer no-ideal que alimentar.

-Bien...pues entonces será mejor que vayamos directo a una cabina de teléfono...-le espeté ,

aferrándola con fuerza por uno de los brazos.

Hacia allí nos dirigíamos, cuando fuimos interceptados por los curas. Una pandilla de cinco

curas, que haciéndome a un lado, comenzaron a violarla... rompiendo todas sus

virginidades...sin darme tiempo siquiera a dialogar con ellos.

Decidí inyectarme formol para pasar el rato mientras ellos terminaban su labor, rezando a

Zeus para que no le ocasionaran mas daño físico que el necesario, al menos en su sistema

reproductivo.

Al despertar de mi sueño estaba a mi lado acariciándome...

-Me violaron... -me dijo mientras derramaba semen y lágrimas en mi rostro.

-Si, lo sé... espero que sean fértiles... pero... pero... ¡qué le sucede a tu cabeza!

-Me violaron... me violaron... -comenzó a repetir, mientras tomaba sus sienes... esas sienes

mas separadas de lo normal pues su cabeza había aumentado considerablemente de tamaño

a todas luces... de hecho palpitaba como un gigante corazón y parecía crecer mas aún por

segundos.

-¡Maldición!...¿Alguno de los sacerdotes eyaculó en tu boca?

-Me violaron.. me violaron... -repetía sin cesar...

Tomé un adoquín de la vereda y golpee uno de sus senos, amoratándoselo... luego la

empujé contra la misma pared donde hasta hace un instante yo había dormido, y comencé a

patear su vientre hasta que trozos de útero ensuciaron la punta de mis botas militares.

-Escucha... ¡vas a hablar!...¿Alguno de ellos te eyaculó en la boca?

Quiso responder con palabras, pero mejor aún regurgitó una generosa dosis de líquido

blanco, como respuesta... lo limpié con un pañuelo, lo dejé secar y lo lleve a mi nariz...

-Es el mismo olor que tienen las toallas de mi baño... ¡te han eyaculado en la boca!

Pero ella solo lloraba mientras su cabeza crecía mas y más, palpitando, desorbitando sus

ojos, y repetía:

-Me violaron

-Si, lo sé... y te dejaron embarazada de la cabeza al eyacularte en la boca... debemos ir a

una sala de partos.. pero antes bañate, toda mujer violada debe bañarse... eso es lo que dicen

las películas...

Aguardé a que se bañara con el goteo de una alcantarilla superior de esas que abundan en la

ciudad, y tiritando de frío la llevé a rastras hasta la clínica mas cercana....

Solo estábamos a unos metros de la entrada de la sala de emergencia cuando comenzó a

oponer resistencia....

-Camina, desgraciada... -la arengué.

Pero mi mujer ideal no se movía... su cabeza debía medir ya unos 180 cm. de diámetro y

parecía a punto de explotar en cada pálpito.....Y eso fue lo

que hizo: explotó.

Su cráneo se quebró como una cáscara de nuez, su cerebro se abrió como la pulpa de una

nuez rosada... y de entre lo que había sido el bello rostro de una rubra surgió una paloma

que picoteó vorazmente algunos trozos de masa encefálica antes de elevarse en un grácil

vuelo...

Y una voz del cielo se dejó escuchar:

-Escucha... esta paloma ha sido engendrada por hombres santos... por tanto es santa... y ha

de traer paz a la tierra...

Yo maldije mi suerte, y tratando de agarrar a la condenada paloma, y fallando en el intento

pues ya se elevaba a mas distancia que mi propia

estatura, grité:

-¿Quién se supone que lo dice? ¿Dios? Pues acabo de estar con dios... ¿recuerdas? Era ese

maldito gordo que leía pornografía en aquella oficina...

Y entonces la misma voz, pero infinitamente más familiar, se dejó oír desde una ventana

dos pisos mas arriba... era dios, el que yo conocía... el obeso de gafas redondeadas. Solo

que aparentemente estaba recobrado de su pulmonía.

-Te equivocas... mi negocio no es la pornografía... Es la cría de palomas mensajeras... Y no

hay mejores palomas mensajeras que las que nacen engendradas por el semen de un

clérigo...

Y diciendo esto tomó a la pequeña ave en sus manos, que como si hubiera sido entrenada

había llegado al alfeizar de su ventana, y le ató un rollo de papel en una de sus patas.

Una vez mas había sido estafado... lo que es peor, había perdido una costilla en el proceso...

pero al menos algo había sacado de provecho... Ese era

mi consuelo. Mire ese bello cuerpo de mujer, con una cabeza enorme, desfigurada,

deformada...y decidí contratar los servicios de dios nuevamente, así que le grité hacia la

ventana dónde la paloma mensajera

había volado.

Fijados sus honorarios por el nuevo servicio, le envié mediante una de sus aves un mensaje

a mi mujer no-ideal...era breve. Decía:

"Cariño, trae contigo el microondas a la oficina de Palomas Mensajeras...conseguí carne

inmediata, no de la forma planeada. Ya te explicaré"

Y me dispuse a trozar ese rubio cadáver, en filetes pequeños... Mi mujer no-ideal no tenía

dientes. Por otra parte, a mi no me agradaba demasiado la carne de cadáveres adultos...

 

 

 

 

 

 

NOTA: "La cosa mas demente que escribiste Bloom...y retorcida ademas" (Rick Hautala)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

G. Bloomerfield

 

 

 

8 comentarios:

Ruga dijo...

Ej el primero... Dame un premio...


¿Esto no es un blog? Tonses que es?? Saludos.

Jorge I. Figueroa F. dijo...

Esos malditos sacerdotes
yo creia que solo eran una amenaza para los niños y niñas de familias muy babosas, digo creyentes

GirlFromSantiago dijo...

Karmita! Felicidades por el triunfo contra el Anti :p~

'Tamos igualitas de in-tiempadas (new word!!)

P dijo...

Veeeeeeeerga que chingona historia!!

Paco dijo...

chido cuento....

Neftis dijo...

Solo lei lo primero x_x tengo sueño :( pasaba, vi que tmb tiene blogger ps shido io acabo de crearme uno nuevo
:)

Saludo pue ^^

Arturo o Carlos dijo...

cool!!, pinche Dios siempre se pasa de verga, es mi personaje favorito de ficción xD

Romina Power dijo...

Orale, esto está chido, tristes días de no leerlo...


Psss... me voy.